Donde su funde orbayu y sol,
donde comienza la ruta de Mon,
y hay pasión,
por andar y no retroceder,
tu dices "por allí" que yo diré "amén".
Donde el brezo enseña su flor,
donde hay pizarra bajo cada sol,
no tienes que temer,
los lobos muestran ternura al morder...
Confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor,
y vemos un monte que acaba de arder
y que ahora parece bañado en carbón.
Y aullo, amor, que nos vaya bien,
aullo, amor, que nos vaya bien.
Donde la senda es circular,
donde hay cocinas de leña como en el Nepal,
y el mal vive justo allí,
en la última casa que hay en San Martín.
Donde puse a prueba mi fe,
donde el silencio se puede tocar y morder,
dime quien nos protegerá,
de cada curva y de lo que hay detrás...
Confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor,
y en su negrura esta noche fatal es perfecta igual
que un acorde mayor...
Y aullo, amor, que nos vaya bien,
aullo, amor, que nos vaya bien.
Confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor,
y pienso en aquello que quise perder
y ahora me reconozco solo en la pasión.
Y aullo, amor, que nos vaya bien,
aullo, amor, que nos vaya bien.
Confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor,
confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor,
y ahora confesaré cualquier cosa a sabiendas de que
puedo hacer algo mucho peor.