Ven, viento del sur.
Ven y hazme fuerte.
Ven y líbrame al fin
de esta hora al acariciarme.
Déjame que decida
que la vida fue el único error.
Déjame a mi suerte
que no hay muerte si no hay también perfección.
Y sal, pánico, sal,
sal de mi mente.
Nadie nos prometió
vivir eternamente.
Bajo sábanas blancas
sé que guardas tu pobre interior,
como en una mudanza
hacia un sitio que te han prometido mejor.
Y es que hoy va a ser
la noche más larga del año,
y la quiero vivir como si en realidad
no tuviera que asistir a su final.
Y sal, sangre, sal,
sal de mi cuerpo.
Sal y vuelve a entrar
anegada en venenos.
Ahora que nada espero
y que no hay nada ya que añorar,
ahora hasta el mismo cielo
me acompañará en la cuenta atrás.
Y hoy va a ser
la noche más larga del año,
y la quiero vivir como si en realidad
no tuviera, no, que asistir a su final.
Y hoy va a ser
la noche más larga del año,
y la voy a vivir con amor y absurdidad.
Ya estoy listo
para el más puro final,
el más puro final.