Yo me pregunto cuántos de los presentes aquí esta noche recuerdan a Roberto Marcelo Levingston.
Fue presidente.
Bueno, lo que pasa es que ahora solo oímos hablar de él en los diarios diciendo, en fin, que condecoró a alguien o, o en esa sección del diario Crónica titulada ¿Dónde están ellos ahora?
Pero pese a esa ingratitud, a ese olvido y a esa indiferencia nosotros hoy, Levingston, te cantamos así.
Levingston que te ha pasado
Si apenas habías jurado
De a puro llegaste y de a puro te fuiste
Por lo menos te han indemnizado
Si el crédito hubieras firmado
Tal vez no te hubieran echado
Quisiste con diez granaderos
Enfrentar a los tres mosqueteros
D'Artagnan sin grandeza y sin duelo
Te extrañamos, queremos saber
Si estas triste, enojado, tal vez resfriado
O planeando algún golpe de estado
Es difícil ser buen cocinero
Sin tener la sartén ni los huevos
Traicionaste a las Fuerzas Armadas
Mas no importa ya te han perdonado
Que ocurrencia querer ser honrado
Ay! Levingston que te ha pasado